NUESTRA HISTORIA
Descubre el ayer y el hoy de las ECR
Nuestra historia
Nuestro ayer y nuestro hoy

Los comienzos de la Congregación, primeramente llamada “Milicia de Jesús” no fueron fáciles, ya que además de las dificultades económicas, por falta de recursos para la construcción de la Casa de Ejercicios en Tudela, se sumaron muchos contratiempos que fueron para D. Pedro y las Primeras hermanas pruebas y persecuciones que sufre toda obra de Dios y donde experimentaron que esta Obra Dios la quería, es toda de su Divino Corazón.

Después de más de 10 años desde que iniciaron el proyecto de la primera casa de Ejercicios hasta su fundación, el 15 de Junio de 1928 se ponen en camino a Tudela desde Murchante para iniciar la vida de comunidad, siendo el Corazón de Jesús el primero en entrar en la Casa, para que desde el primer momento sea Él su Faro, Guía, Amo y Señor Universal. Y el 16 de Julio, festividad de la Virgen del Carmen se inauguraba oficialmente la Casa con el traslado del Santísimo desde el Seminario a la capilla de la Casa de Ejercicios Cristo Rey, de Tudela. Y la primera tanda de Ejercicios se celebró del 30 de agosto al 6 de septiembre. Eran 40 sacerdotes los primeros en vivir la experiencia de Ejercicios en la nueva Casa. Además con la organización del Apostolado Seglar de Ejercicios, fundado en 1918, la propaganda de los mismos dio abundantes frutos ya que casi cada mes se podían dar dos tandas con la casa llena.

Ese mismo año 1928 fueron ingresando en la Congregación las vocaciones que llenarían de alegría e ilusión el Noviciado. Muchas de las jóvenes que ingresaron en los comienzos eras jóvenes de Murchante, dirigidas de D. Pedro, más adelante las vocaciones eran fruto de los Ejercicios practicados en la casa donde las hermanas acompañaban y atendían espiritualmente y materialmente a las jóvenes. Estas vocaciones que poco a poco se formaban en Tudela serían las que poco a poco iban a extender el carisma por las diversas ciudades de España en las nuevas fundaciones.

La segunda casa en fundarse fue Burlada, en Navarra, gracias al apoyo y papel del P. Cándido Arbeloa S. J. verdadero apóstol de los Ejercicios. Estuvo destinado en Cuba y consiguió todo el dinero necesario para hacer la Casa de Ejercicios de Burlada. La donante fue Dña. Conchita Gómez Cofiño. El 30 de Marzo de 1932 inician la vida en comunidad las primeras hermanas. Y enseguida las primeras tandas de Ejercicios

A nivel político el país vivía una profunda crisis ya que el año anterior se proclamó la Segunda República, y  durante la misma se vivirá una acérrima persecución a la Iglesia: retirar los crucifijos de las escuelas, disolución de la Compañía de Jesús, supresión de las clases de religión en los centros docentes, etc… pero a nivel religioso no faltaban los grupos de ejercitantes y las peticiones para nuevas fundaciones en otros lugares.

Entre alegrías y superación de dificultades vivían las hermanas, dichosas en su consagración y vida fraterna, y con gran celo apostólico trabajando en esta gran Obra que tantos frutos ya experimentaban en las personas que hacían los Ejercicios. Decían: “Éramos felices, muy felices. Lo llevábamos todo con ilusión y mucho fervor. Nuestro Padre nos ayudaba poniendo ese fuego de su santidad. Y las comunidades eran un horno ardiendo”.

También D. Pedro vivió ese tiempo con enorme satisfacción al constatar cómo la semillita que Dios había puesto en su mente y en su corazón crecía y se difundía en abundantes frutos a toda clase de gentes, así pudo decir: “La Casa de Burlada se ha hecho famosa en toda Navarra por sus tandas para toda clase de gente. Se puede asegurar que no habrá pueblo de Navarra que no haya enviado a ella algún ejercitante, incluso algunos pueblos han formado tandas completas”.

A petición de D. Ángel Herrera en 1935 se lleva a cabo la fundación de la Casa de Ejercicios Sagrado Corazón en Madrid. Se establece en la Ciudad Lineal, calle Arturo Soria nº 34. En ese momento no había en Madrid ninguna Casa de Ejercicios en que pudieran hacerlos toda clase de personas. Comenzaron la actividad en la Semana Santa de ese mismo año.

Sin haber pasado dos meses de la fundación de Madrid, el 5 de Junio de 1935 se abría en Barcelona la Casa de Ejercicios del Sagrado Corazón. Fue la Obra de Ejercicios parroquiales de Cataluña junto con el Obispo de la ciudad condal, Dr. Irurita, mártir de Cristo, quien confió a la Milicia de Jesús el cuidado y atención de la Casa y Ejercitantes.

Pero como sabemos un año después se inició en España el gran conflicto bélico: la guerra Civil española, que supuso para la nueva fundación, como para toda la Iglesia en España persecución, destierro y confiscación de todos los bienes y propiedades.

Una vez concluida la contienda que atravesó el país, en los años 1936 – 39, y habiéndose establecido la paz, se impulsó en los diversos órdenes de la vida nacional y especialmente en la  dimensión cristiana del pueblo, un resurgimiento de la acción apostólica de la Iglesia. También D. Pedro comenzó las gestiones para poner en marcha otra Casa de Ejercicios que pudiera ofrecer a las personas la posibilidad de soledad y silencio para la escucha y el encuentro con Dios.

Loyola fue entonces el lugar escogido, y muy significativo tanto para la Compañía de Jesús, como para nosotras, ya que aquí había nacido y vivido S. Ignacio su infancia y conversión. Aquí Dios tocó el corazón de Ignacio a raíz de su convalecencia , haciendo de él un verdadero soldado de Jesucristo. De su experiencia espiritual en Loyola y luego en Manresa se gestaron los Ejercicios Espirituales que han transformado a tantas personas a lo largo de la Historia.

El mismo entorno de Loyola, su paisaje y significado ofrece el mejor ambiente para el retiro de los Ejercicios, por lo que D. Pedro quiso desde muy pronto establecer allí una comunidad de hermanas que pudieran apoyar este apostolado de los Ejercicios junto con la Compañía de Jesús.

Así, el P. General, a petición del P. Rector P. Rufo Mendizábal cedió a las Esclavas de Cristo Rey la Casa de Loyola, antes Hotel Loyola que se transformó en casa de Ejercicios. El 26 de junio de 1940 se llevó solemnemente el Santísimo a la nueva Casa, mientras las campanas de la Basílica sonaban jubilosas mientras la procesión con todas las autoridades y religiosos y religiosas de la zona acompañaron a las hermanas en este momento histórico.

Ese mismo año 1940, el 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario, la Sagrada Congregación de Religiosos, en Roma, firmó el Rescripto autorizando al Ordinario de Tudela para hacer la Institución canónica y aprobando las Reglas y Constituciones cambiando el nombre de la Congregación que se llamará desde entonces “Esclavas de Cristo Rey”.

Y el día 2 de Mayo de 1941 se hizo la imposición del Hábito y quedó constituido el Consejo de la Congregación. Al día siguiente, fiesta de la invención de la Santa Cruz, el Sr. Obispo de Tarazona y A. A. de Tudela  M.R.P. Nicanor Mutiloa Irurita se leyó el Rescripto, anunciando la Institución canónica de la Congregación.

En estos años siguientes, después de la aprobación canónica se dieron años de gran belleza por la fuerte actividad apostólica que dio grandes frutos en la Iglesia, y todo en medio de contrariedades que las hermanas tuvieron que afrontar con sacrificio y valentía.

Así, ese mismo año 1941, en septiembre se llevó a cabo la fundación de Covadonga, a petición del P. Victorino Feliz S. J. y la asociación del “Apostolado Social Católico”, de quien era la Casa de Covadonga, en la que estuvimos haciendo nuestro apostolado hasta el año 1951, cuando se cambió el uso de esa casa y la convirtieron en Seminario Menor. Entonces la comunidad se trasladó a la Casa de Ejercicios de Celorio de LLanes (Asturias) de la Compañía de Jesús.

Otra de las fundaciones de gran alegría para D. Pedro y las hermanas en los inicios fue la de Valladolid, que tuvo lugar a finales de mayo de 1947. Pero también sufrieron numerosas dificultades, trabajos y sacrificios, por lo que después de un largo y serio discernimiento el Consejo decidió retirarse de esta obra, esto fue el 7 de septiembre de 1959. Pero en muchas jóvenes la semilla de la vocación prendió en aquella casa, y hoy contamos con hermanas muy entregadas de aquella tierra vallisoletana, de León y otras zonas de Castilla.

El 4 de enero de 1949, a petición del R. P. Lamamié de Cairac, Superior de la Residencia de PP. Jesuitas de Santander, nos hicimos cargo de la Casa de Ejercicios de Pedreña (Santander) situada junto a la bahía y donada por los Señores Marqueses de Portillo, quienes tenían tres hijos en la Compañía de Jesús.

Ese mismo año, el 31 de agosto, la Congregación se hizo cargo de la Casa de Ejercicios de Sarriá – Barcelona, en la que hemos estado hasta el año 2020.

Los grandes ideales apostólicos y misioneros que ardían en el corazón de D. Pedro y las Esclavas de Cristo Rey les hicieron vislumbrar nuevos horizontes, acaso con más fuerza a partir de los inconvenientes que se experimentaron en algunas de las fundaciones realizadas en varias Casas de Ejercicios de España.

En agosto de 1950 llegó a Pamplona el P. Jenaro Aguirre, Viceprovincial de la Compañía de Jesús en Venezuela. Allí fueron recibidos por las MM. Justa Galar y Mª Carmen Sinosiáin. Querían ofrecer el Instituto para colaborar en lo posible con la Compañía de Jesús y así expansionarse por tierras americanas.

Después de unos meses recibieron la invitación del mismo P. Aguirre para formar parte del proyecto de un nuevo colegio para 300 niños, ya que habían comprado un terreno para hacer el colegio y querían empezar ese mismo curso, por lo que para el mes de agosto deberían estar en Venezuela, en concreto en Caracas, para la enseñanza de los grados inferiores. Se trata del colegio de Villa Loyola donde las hermanas han atendido la dirección y tutorías de las clases de Primaria.

Muchas de las hermanas no tenían título de Maestras por lo que tendrían que completar allí sus estudios compaginando con las clases, oración y demás tareas del colegio y comunidad. Pero las dificultades no fueron barrera para ellas, la ilusión y el espíritu misionero fueron más fuertes y allí se embarcaron para iniciar el curso escolar 1951 – 52. Fueron 10 las hermanas que comenzaron en Venezuela nuestra andadura, y en cabeza la inolvidable M. Justa Galar Remírez de Ganuza, mujer emprendedora y audaz, llena de celo apostólico como buena navarra, hija de D. Pedro y San Francisco Javier.

Estos rasgos son los que destacaron en en trascurso de los años en la obra que las Esclavas de Cristo Rey realizaron a través de la Educación y Evangelización en tierras venezolanas y más tarde también en Colombia, Panamá, etc…

  • Sentido Apostólico y Misionero.
  • Vida espiritual, comunitaria y formativa.
  • Misión evangelizadora.
  • Catequesis
  • Compromiso social.

 

El 8 de septiembre de 1952 se llevó a cabo la Fundación del Colegio San José, en Mérida (Venezuela) y el 13 de junio de 1953 fue la fundación de la Casa de Ejercicios S. Javier del Valle, también en Mérida. Las dos fundaciones, aunque son obras diferentes guardan una estrecha relación.

El P. Aguirre en vista del resultado y de la acción de las hermanas en Caracas, en el colegio Villa Loyola, vuelve a solicitar el envío de nuevas religiosas para la fundación de un nuevo colegio, esta vez en Mérida. Así le escribió a la M. Solozábal, entonces General para expresar la satisfacción que tenía con la primera comunidad: “Las diez Esclavas de Cristo Rey de Villa Loyola, en Chacao, me han causado una excelente impresión, por su fervor religioso, su humildad, santa alegría y entusiasmo en el trabajo” y después de estos elogios solicita un grupo de nuevas religiosas para el colegio que iniciara su actividad en el curso 1952 – 53.

El colegio de Mérida estaba muy vinculado con la Casa de Ejercicios. En Diciembre de 1950 tuvo lugar un accidente aéreo en el que perecieron 27 alumnos del colegio San José. Y así, el P. Rector del colegio R. P. José María Vélaz quiso perpetuar la memoria de estos muchachos y construyó una casa de Ejercicios en las proximidades del colegio. Y desde el principio las hermanas de la comunidad del colegio se encargaron de la obra apostólica de la Casa de Ejercicios de San José del Valle, compaginando  con su labor educativa; hasta que se formó otra comunidad que atendiera exclusivamente la Casa de Ejercicios situada en un enclave privilegiado, muy propicio para el retiro de los Ejercicios Espirituales.

Después del II Capítulo General celebrado en Tudela en Agosto de 1953 donde volvió a ser elegida la M. Hilarria de Solozábal como General de la Congregación, continuaron las solicitudes de apertura de colegios en Venezuela.

El 7 de septiembre de 1954 se da inicio a nuestra presencia en el colegio Villa Gonzaga en Maracaibo, gracias al crecimiento vocacional que permite la expansión del carisma por diversas poblaciones necesitadas del mensaje evangélico.

Los PP. De la Compañía de Jesús tenían en una de las avenidas de Maracaibo el colegio Gonzaga donde trabajaban intensamente, pero aquí, como en otros lugares echaban de menos Religiosas que colaborasen con ellos en la Enseñanza Primaria. El P. Aguirre de nuevo escribe la solicitud a la M. General y también algunas de las hermanas de la comunidad de Villa Loyola van a conocer el lugar y la casa de las hermanas. Pronto se ponen de acuerdo y para el comienzo del nuevo curso 1954 – 55 ya está la nueva comunidad en Maracaibo. No se detienen ni ante el enorme calor que se vive gran parte del año en la ciudad del Lago del “Oro negro”.

En septiembre de ese mismo año las hermanas del colegio de Caracas se hacen cargo del colegio de Jesús Obrero – Las flores de Catia en Caracas, que los jesuitas atendían en un barrio más necesitado de Caracas. Allí habían establecido una Parroquia, única en la zona y solicitaron la ayuda de las hermanas para participar en su labor educativa y catequética. Al principio funcionó como una filial de Villa Loyola hasta que en agosto de 1955 se hizo comunidad independiente.

En febrero de 1956 se acoge con gran alegría la fundación de la Casa de Ejercicios del Sagrado Corazón San Jerónimo – Murcia. Fue una fundación de mucho fruto apostólico y de vocaciones que encontraron su vocación en aquella comunidad alegre y entregada de los Jerónimos. También fue dolorosa esta fundación, ya que a los pocos días de llegar y comenzar su trabajo falleció una de las hermanas M. Azcárate.

Ese también fue el año de la partida a la casa del Padre de Nuestro Padre Fundador, el 30 de septiembre, rodeado de todas las hermanas de Tudela y toda la Congregación que seguía viendo su carisma y lema apostólico sembrado por tantos lugares de la tierra. Ya se empezaba a cumplir el gran deseo que ardía en su corazón: “Quien pudiera, hijas mías ganarle el mundo entero”.

Justo un año después de la fundación de Guadalupe – Murcia se nos ofrece la posibilidad de asumir la nueva Casa de la Compañía de Jesús en Maracaibo, la Casa de Ejercicios del Corazón de Jesús. Esto fue el  3 de febrero de 1957. Y las hermanas, que estaban atentas a las necesidades del entorno fueron creando enfrente de la casa de Ejercicios una escuelita, que se inaugura como escuela oficial el 26 de octubre de 1958, será con el tiempo el Colegio Javier de Maracaibo.

Así la Congregación en Venezuela fue llevando a la vez tanto la Educación como la Obra de Ejercicios Espirituales. Con fecha del 12 de enero de 1957 escribe el  R. P. Mazón, Viceprovincial de los Jesuitas en Venezuela para solicitar a la M. General que pudiéramos llevar la administración de una nueva Casa, en Los Chorros, Caracas, era la casa de Ejercicios Villa Manresa. La primera tanda se iba a dar el 3 de marzo y para el 7 de marzo llegaron las Esclavas de Cristo Rey para hacerse cargo de esta Obra. En ella se dieron numerosas tandas de Ejercicios a sacerdotes, religiosas y especialmente a matrimonios, Cursillos y encuentros con diferentes movimientos eclesiales que hicieron de la casa su lugar de encuentro y crecimiento espiritual.

Y aquí permaneció la comunidad con intensa dedicación hasta que en el año 1970 se hizo el traslado a la Casa de Los Teques, en donde también había estado establecido el Noviciado de los PP. Jesuitas de Venezuela. En la nueva Casa continuó la comunidad entregando su vida en el servicio propio de nuestro carisma: los Ejercicios Espirituales.

Un gran acontecimiento de gran importancia para el Instituto fue la Aprobación Pontificia de la Congregación. Era un paso culminante y de extraordinario valor eclesial. La Santa Sede firmó el Decreto Laudatorio el 8 de Marzo de 1958. Con esa misma fecha fueron aprobadas las Constituciones por siete años, a la espera de la aprobación definitiva. Reproducimos parte del texto de la Aprobación:

“En estos nuestros días, el muy laudable Instituto ha conseguido un aumento verdaderamente admirable ya que, extendido no sólo en muchas diócesis de España sino también en regiones de la América meridional, se ve alegrado por muchos miembros, casas y principalmente frutos, entre ellos connumerados los que vienen de día en día a sus casas para dedicarse a los Ejercicios Espirituales.

Esta Sagrada Congregación encargada de los asuntos de los Institutos Religiosos, en vigor de las especiales facultades concedidas por Nuestro Santísimo Señor Pio por la Divina Providencia Papa XII, atendido lo expuesto y las letras comendaticias de los Ordinarios del lugar interesados y oído el voto de la Comisión de Consultores para aprobación de Institutos, y discutido el asunto detenida y diligentemente en el Congreso Plenario el día 8 de Marzo de 1958, alaba y recomienda con el presente decreto y con las más encomiables palabras la Congregación llamada “Esclavas de Cristo Rey” y aprueba y confirma por siete años, en período de prueba, sus Constituciones.” (…)

El día 6 de junio de 1958 fue la fecha en la que se hizo el traslado del Noviciado de Tudela a Burlada. Y la causa fue el creciente número de vocaciones que en esos años surgieron en España. Esto favoreció e hizo posible la expansión congregacional y los grandes frutos que con ello se produjeron, tanto en España como en Venezuela.

La Casa Madre de Tudela albergaba la Casa Generalicia, la comunidad profesa, el Noviciado y al mismo tiempo las tandas de Ejercicios que la solicitaban, por eso se vio con el tiempo que el espacio era insuficiente y se palpaba la necesidad de una mejora y ampliación del edificio.

Así se proyectó ampliar en Burlada, ampliar en los terrenos de la Casa de Ejercicios, una nueva Casa de Ejercicios y así poder dedicar la anterior, completándola, a Noviciado de la Congregación.

También en un plazo no muy lejano se trasladó la Curia General a Burlada. Quedándose aquí hasta la actualidad. Y en Tudela una comunidad de Profesas. Además allí se destinaron a algunas de las mayores que formaron con el tiempo una de las comunidades de enfermería.

Después de la visita canónica de las Madres a Maracaibo en Julio de 1957 se trasladaron la M. R. Madre General, acompañada de su Secretaria R. M. Díaz Pardo a Barquisimeto a petición del R. P. Rector del Javier, que era el P. Jesús Joaristi, y que suplicaba que vinieran las hermanas al Colegio. Después de un tiempo, el 2 de septiembre de 1958 llegaron a la comunidad las dos primeras hermanas y el 16 ya se iniciaban las clases. Fueron muchas las dificultades que pasaron en los comienzos pero su fuerza espiritual y apostólica, el celo apostólico y misionero les impulsaban en cada momento para buscar lo mejor acercando a todos, pequeños y mayores al Señor.

Hasta entonces la Congregación se había establecido en varias comunidades en Venezuela y con muy positivos resultados de actividad apostólica en varias casas de Ejercicios y colegios, en todos los casos eran propiedad de la Compañía de Jesús. Siempre fuimos muy bien acogidas y acompañadas, por lo que nuestra gratitud y reconocimiento están siempre en nuestro corazón. Y pronto brotó el deseo de establecer allí obras apostólicas que pertenecieran al Instituto, con nuestro propio ideario, así se empezó a proyectar la fundación del Colegio Cristo Rey en Caracas – Venezuela.

Se buscó un terreno, una “quinta” amplia donde establecer una escuelita para niñas. Muy cerca de Villa Loyola, en una quinta propiedad del entonces Embajador de Panamá, que aceptó la cesión de su propiedad y puso en alquiler la finca, viendo que eran aceptables las condiciones, se pusieron en marcha para poder acomodar la casa para la escuela y vivienda de las hermanas. El día 8 de septiembre de 1959, fiesta de la Natividad de la Stma. Virgen María se constituía la nueva comunidad y comenzaban las clases. Se celebró la primera Misa en la capilla y fue el P. Jenaro Aguirre S. J. el que celebró esa primera misa con mucha alegría.

En años sucesivos el colegio va creciendo gracias a la ampliación de nuevas aulas y la compra de una nueva quinta para trasladar el colegio a la 7ª Avenida de Altamira. Esto fue el 23 de abril de 1962. De año en año el alumnado del colegio fue aumentando y ya en el curso 1964 – 65 son 464 las niñas que reciben en él la formación.

Este mismo año 1959 la Congregación amplía su campo de acción, esta vez Dios nos conduce a la vecina Francia, que va a recibir el gran bien del carisma en la Casa de Ejercicios del Garonne, Toulouse.

Como dijo el Señor: “la mies es mucha” quisimos responder a esa llamada para seguir sembrando el Reino allí, a pesar de la dificultad del idioma. Sin embargo se afrontó con naturalidad y buen ánimo, viendo siempre la oportunidad de sembrar el Reino de Dios como quería Nuestro Padre Fundador.

El superior de aquella casa, el P. Grabié acompañado por el P. Arellano S. J. fueron los que solicitaron a la M. General el que fuésemos a Mirail. Después de la aprobación y en breve se dispuso todo para poder estar allí el 12 de Octubre, festividad de la Virgen del Pilar.

Al pasar los años de nuestra estancia allí, los PP. Jesuitas franceses se manifestaron muy satisfechos por haber conseguido tener al frente de la Casa una comunidad de religiosas españolas que precisamente tenían el carisma y la misión de promover y colaborar en este apostolado tan ignaciano, que tantos frutos produce para la sociedad y la Iglesia.

La Fundación de la Casa de Ejercicios Nuestra Señora de los Reyes y San Ignacio en Madrid fue de gran alegría para la Congregación. Ya tuvimos que salir de una de ellas allá por los años de la guerra, al principio de la Fundación del Instituto, por lo que la propuesta que nos hizo el R. P. Luis González S. J. superior de una de las residencias que la Compañía de Jesús tiene en Madrid. El era el encargado de las obras de la nueva Casa de Ejercicios que la Compañía estaba edificando en el barrio de Chamartín, Madrid. Y conociendo la labor de las hermanas de Murcia una vez que visitó la ciudad, solicitó al Consejo General que la Congregación pudiera hacerse cargo de esta nueva casa de EJercicios.

Después de tramitar todo lo necesario se acordó que el 31 de Julio de 1960, festividad de S. Ignacio de Loyola quedara inaugurada la Casa con la nueva comunidad. En el año 1984 la Compañía de Jesús  vio la conveniencia de vender la casa y el terreno que tenía para los ejercitantes, ya que estaba cercana a la academia de marina, y la solicitaron para una residencia militar. Pero en el corazón de las hermanas que han pasado por el Pinar, como la llamábamos, hay un inmenso agradecimiento a Dios por la obra que se ha llevado a cabo en esa casa, la inmensidad de personas que han hecho allí Ejercicios Espirituales, allí se celebraba la Plenaria de la Conferencia Episcopal y las reuniones de los Obispos, movimientos apostólicos, movimientos de laicos de la Compañía de Jesús, Religiosas, etc… en aquella Casa, durante todo el año se sucedieron Ejercicios, retiros, encuentros formativos, asambleas, … todos valoraron aquel lugar como un verdadero Tabor en medio de la ciudad de Madrid.

Elevamos una inmensa acción de gracias a Dios por tantas gracias y bendiciones concedidas en ella a las innumerables personas que allí recibieron sus dones en el encuentro personal con el Señor. Y por aquella querida comunidad que tan intensamente colaboró en esta valiosa e importante Obra Apostólica.

La Congregación al cerrar aquella casa se apresuró a buscar otro lugar para tener nuestra propia casa en Madrid, y la Providencia de Dios nos otrogó un terreno y casa en Arturo Soria 228, inaugurada en 1985.

Ese mismo año, el 12 de Julio de  1960 y a tan sólo un año de haber comenzado nuestra andadura en la Casa de Ejercicios de Toulouse, se funda la nueva comunidad en el Departamento de la Dordogne (Francia) en la Casa de Ejercicios de La Barde. En esa Casa estuvimos trabajando apostólicamente hasta agosto de 1973, fecha en la que nos retiramos de ella por razones económicas y apostólicas.

Continuamos con el favor de Dios ampliando nuestro Instituto, en este momento por tierras de Colombia, donde la Providencia nos lleva para hacernos cargo de una nueva Casa de Ejercicios Villasunción que la Compañía de Jesús está construyendo en Bucaramanga, Colombia.  En septiembre de 1960, fueron a la ciudad a visitar la Casa las MM. Justa Galar y María Irurzun. Al regresar a Venezuela escriben a la M. General, M. Mª del Carmen Vázquez sus impresiones y escriben: “ Los Padres están de enhorabuena al ver la seguridad que hay de que una comunidad de nuestro Instituto pueda ponerse pronto al frente de la Casa y Obra de Ejercicios y por su parte, las Madres, no menos contentas de que así sea, pues se prevé una labor eficiente para el fin primordial de la Congregación, como son los Ejercicios Espirituales.”

Así se fueron arreglando las cosas para que al iniciarse la primera tanda de Ejercicios las hermanas ya estuvieran en la casa, y eso fue el 18 de Abril de 1961. Esta Obra tiene un significado especial para nosotras por ser la primera presencia en tierras colombianas, una obra que ha producido grandes frutos espirituales en esa región y semilla de vocaciones para el Instituto.

La dedicación de las hermanas a la misión que se lleva a cabo en la Casa de Ejercicios incluye la atención individual, en especial a las tandas femeninas y la colaboración en el acompañamiento espiritual a los grupos y personas. Es una preciosa misión que requiere oración, formación, discreción y conocimientos de Psicología, ofreciendo a las personas confianza y discreción. También se necesita conocer a fondo la espiritualidad de los EE. Y en especial el discernimiento espiritual  que forman parte de nuestra misión como Esclavas de Cristo Rey.

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