Colegio Cristo Rey - Maracaibo (Venezuela)
Una educación integral para una sociedad más justa y fraterna
Colegio Cristo Rey - Maracaibo (Venezuela)
Una educación integral para una sociedad más justa y fraterna

COLEGIO CRISTO REY - Estado Zulia, Municipio San Francisco, Urb. La Coromoto, Calle 119, 44-30 Apartado 20.332 - Maracaibo, VENEZUELA

Tfno. (261) 731 29 23 | Fax (261) 732 06 81 | cr.coromoto@gmail.com | cristoreymaracaibo@esclavasdecristorey.com

La Unidad Educativa Privada Colegio Cristo Rey e define como plantel católico, privado, subvencionado por AVEC (Asociación Venezolana de Educación Católica), dirigido por la Congregación de las Religiosas Esclavas de Cristo Rey. Desde el 1950 la Congregación está presente en la obra educativa en Venezuela, primero en el colegio San Ignacio de Caracas, después en Jesús Obrero en Catia – Caracas y Villa Gonzaga en Maracaibo. Habiendo experimentado que por medio de la enseñanza se podía hacer mucho bien, surgió la inquietud de fundar un colegio que fuera propiedad de la Congregación, donde se pudiera transmitir a todo tipo de gente, las enseñanzas de Nuestro señor Jesucristo y la experiencia de fe y vida que el Padre fundador Don Pedro Legaria quería que caracterizara a los colegios de la Congregación.

El 9 de Julio de 1963 se reciben las primeras inscripciones de estudiantes, las cuales poco a poco fueron aumentando gracias a las propagandas publicitarias realizadas por la radio, prensa y televisión. El día 2 de octubre de 1963 llega de Caracas la aprobación del Colegio por parte del Ministerio de Educación. Y el día 13 de Junio se coloca la primera piedra para la construcción. Desde los primeros años de fundado el Colegio, las hermanas y maestros han inculcado a sus alumnas y posteriormente (en 1968 cuando se hizo mixto) también a sus alumnos, el amor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús uno de los grandes amores de nuestro Padre Fundador Pedro Legaria Armendáriz y el amor a la Santísima Virgen.

Poco a poco, y según las posibilidades el colegio fue ampliando sus instalaciones: canchas de deporte, capilla, salones, laboratorios, etc… hasta el día de hoy donde gracias al esfuerzo y bien hacer de las hermanas y representantes, maestros y laicos comprometidos con la labor educativa se sigue manteniendo esta hermosa obra educativa. El colegio sigue con todo su empeño brindando una educación de calidad, con el convencimiento que este es el medio más adecuado para seguir construyendo el Reino de Dios desde la práctica educativa que nos lleva a formar hombres y mujeres comprometidos con una sociedad más justa y un país de oportunidades para todos, llegando en julio del año 2023 a graduar la decimoprimera promoción de Educación Media General.

Los principios y valores orientan y regulan la vida de nuestras instituciones. Son el soporte de la misión, la visión y los objetivos. Se manifiestan y se hacen realidad en nuestra comunidad educativa con nuestra forma de ser, pensar y conducirnos. Creemos que toda persona tiene como vocación fundamental desarrollar su capacidad de amar y ser amado. Todo ser humano está llamado a su maduración y crecimiento viviendo “con y para los demás”.

Las personas que hacen vida en la U.E.P. Colegio Cristo Rey, se fundamentan en los siguientes principios que marcan nuestra práctica educativa.

  • Principio humano. Creemos que toda persona ha sido creada por Dios a su imagen y semejanza. Participa de su bondad, capacidad de amar, crear y construir. No es una realidad acabada definitivamente; se puede ir haciendo a sí mismo a lo largo de su vida en el ejercicio de su libertad, regalo del mismo Dios. Está llamado a realizar plenamente todas sus potencialidades para llegar a ser feliz en el encuentro fraterno con los demás seres humanos y en armonía con la naturaleza y el mundo. Jesús revela la verdadera grandeza del hombre y el gozo de ser hijo de Dios y hermano de todos. Nuestras instituciones son un espacio donde se anuncian las actitudes fundamentales que encontramos en la persona de Jesucristo. Desde allí tratamos de formar hombres y mujeres que se dispongan a hacer el bien como Él.
  • Principio espiritual. Creemos que Dios puede ser descubierto por la fe y que se comunica con el ser humano en la experiencia íntima y personal, en la naturaleza, las relaciones humanas y las circunstancias de la vida; invitándole a una respuesta de amor por medio de un compromiso con los demás.
  • Asumimos a la Virgen María como modelo de sencillez y alegría para vivir en relación con Dios y con los hermanos.
  • Creemos en una educación que encuentra inspiración en la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, para el desarrollo integral y armónico de la persona, como un ser amado personalmente por Dios, tal como nos lo presenta el Principio y Fundamento: “El hombre es creado para amar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor”
  • Creemos que la experiencia de vida del Padre Pedro Legaria, fundador de las ECR, es una fuente de sabiduría que trasmitida a la comunidad educativa contribuye al desarrollo de la persona, la cual se ha de distinguir por el servicio, la humildad, la unión y fraterna caridad.
  • Principio pedagógico. Creemos en la educación como un proceso personalizado de maduración del estudiante, un proceso integrador que desarrolla armónicamente los distintos aspectos de su personalidad y su capacidad de conocer y adquirir destrezas, llevándole a ser cada día más autónomo y capaz de auto determinarse. Trabajamos por alcanzar la excelencia humana, un alto nivel académico y formar líderes capaces de intervenir en la sociedad, insertarse en su realidad y poder influir activamente en ella.

Como colegio católico las personas que forman la comunidad educativa de los colegios de las Religiosas Esclavas de Cristo Rey, se fundamentan en los siguientes valores que constituyen su marco axiológico básico:

  • Unión y fraterna caridad. Es el distintivo con el cual Don Pedro Legaria quiere que se señale la Congregación y todas nuestras obras. Por ello procuramos aceptarnos como somos y amarnos con ternura, lo cual favorece el desarrollo de todas las cualidades humanas y dones espirituales. La unión entre nosotros testifica la venida de Cristo; de ella fluye una fuerza apostólica, pues la caridad es la plenitud de la ley y el vínculo de la perfección.
  • Aceptamos a cada uno como es a través de la mirada amorosa de Jesús.
  • Nos comunicamos asertivamente. Respetamos y fomentamos la confianza por medio de un diálogo cercano y sincero.
  • Conformamos equipos de trabajo, con sentido de pertenencia.
  • Valoramos el compartir y lo llevamos a la práctica.
  • Somos fáciles para disculpar los errores y sabemos perdonar de forma espontánea y libre.
  • Propiciamos encuentros que dinamicen la comunicación y el compañerismo para lograr la cooperación, la solidaridad, la tolerancia dentro de un ambiente de alegría familiar.
  • Nos alegramos con los logros y éxitos de los demás y nos hacemos sensibles al sufrimiento del otro.
  • Manifestamos delicadeza y atención a los demás.
  • Trabajamos en equipo para lograr beneficios comunes.
  • Somos capaces de resaltar las cualidades del otro.
  • Solidaridad. La solidaridad es una relación entre seres humanos, fundamentada en la igualdad de todos como hijos de Dios, en la que uno hace propias las cargas del otro y se responsabiliza junto con éste de dichas cargas. Formamos personas capaces de respetar la identidad, la cultura, la historia, la religión y, sobre todo, a compartir los sufrimientos y las necesidades ajenas, con la conciencia que todos somos verdaderamente responsables de todos”. Nos sentimos impulsados a construir una sociedad justa y solidaria, y a buscar el bien de todas las personas, especialmente de los más desfavorecidos, o que experimentan cualquier tipo de pobreza.
  • Es la virtud que lleva a la persona a no presumir de sus logros, a reconocer sus errores y debilidades y a actuar sin orgullo, por eso se puede decir que la humildad es la virtud del realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia. Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos. Cultivamos la humildad dando pasos para el acercamiento al otro, mejorando el conocimiento propio, la aceptación de la realidad y la superación del yo como eje de todos los pensamientos e imaginaciones. Aspiramos al grado más alto de la humildad que es darse. En los Hechos de los Apóstoles se citan las palabras de Jesús: “se es más feliz en dar que en recibir”. Si todo de Dios, si nada mío… si nada puedo sin Él… buscaré siempre su gloria… Tendré humildad profunda. La humildad es el encanto de Jesús, la humildad da obediencia, castidad, laboriosidad, amabilidad, cariño… es la virtud más amada del Corazón de Jesús y de nuestra Madre Inmaculada.
  • Excelencia. Es la capacidad para elegir el mayor bien y comprometerse para alcanzarlo, excluyendo toda mediocridad. Es conquistar la cima anhelada. D. Pedro Legaria nos invita a buscar la excelencia con estas palabras: “El heroísmo ordinario está en la mortificación lenta, pero constante y secreta de cumplir bien las más ordinarias y triviales obligaciones”.
  • Trascendencia. Es la apertura a Dios como fuente de verdadera humanización de la persona. Es sensibilidad y compasión, gozo y esperanza, ser y hacer. Es la armonía entre la vida interior y la vida exterior; armonía con toda forma de vida en el universo. Creemos que la trascendencia se manifiesta en el dominio de sí, la autenticidad, la lealtad, el discernimiento, la integridad, la ecuanimidad, la verdad y la libertad. “Desde el primer rayo de vida, al despertar, hasta el último, al dormir, la dulce y amorosa presencia de Dios en el amorosísimo Corazón de Jesús debe presidir toda nuestra vida”
  • Servicio. “En todo amar y servir”. Es la directriz de la espiritualidad de los Ejercicios. La persona servicial, ha superado barreras que parecen infranqueables. Servir implica ayudar a alguien de forma espontánea, adoptar una actitud permanente de colaboración hacia los demás. Una persona servicial traslada esta actitud a todos los ámbitos de su vida: a su trabajo, a su familia, ayuda a otras personas en todos los lugares.
  • Alegría. La alegría es un gozo del espíritu que proviene del interior, del centro de nuestro corazón, de nuestro ser. Es posible afrontar con nuestro espíritu las cosas que nos rodean, incluso las adversas; esta actitud surge de la alegría. Es decir, no dejarse afectar por las circunstancias y dejar que la paz sea mayor que las cosas externas. Cultivamos la alegría que proviene de dentro. Reflejamos la alegría al construir en la comunidad educativa un ambiente de bienestar y paz que contagia a quienes nos rodean. Fomentamos la alegría como capacidad de asombro, disfrutar sanamente y descubrir la belleza y el gozo de la vida. “La sencillez y alegría de espíritu os acompañe siempre.”

Las Instituciones Educativas de las Esclavas de Cristo Rey, asumen la responsabilidad evangelizadora que la Iglesia les confía, ofreciendo una formación integral a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, a la luz de una concepción cristiana de la persona humana, el mundo y la vida. Forman personas capaces de integrarse de manera activa en la transformación y construcción de una sociedad más justa, solidaria y fraterna. Fundamentadas en el evangelio, el magisterio de la Iglesia, la espiritualidad de los Ejercicios y las enseñanzas del padre fundador: Pedro Legaria, acatando la normativa legal de cada país. La misión de la Unidad Educativa Privada Colegio Cristo Rey, es la de ser un centro de enseñanza, donde todo individuo puede recibir una educación integral, católica, logrando personalidades humanas capaces de contribuir al bien de la sociedad, integrarse en ella y transformarla.