Casa Emaús es propiedad de la Arquidiócesis de Panamá cuyo arzobispo Mons. José domingo Ulloa, es su principal responsable. La Casa Emaús está ubicada en el sector las Cumbres, corregimiento de alcalde Díaz, en el distrito de Panamá, provincia de Panamá y dentro del territorio eclesial del Vicariato de Oriente hacia las periferias de la Ciudad. Fue fundada en 1.964 por el Movimiento “Cursillos de Cristiandad” con el fin de garantizar un lugar para la celebración de los mismos. Al Movimiento de Cursillos es a quien corresponde las primeras y fundamentales edificaciones de la casa, además de dirigirla y sostenerla hasta 1972, fecha en que se retiran de esta dirección a petición del Sr. Obispo Mons. Marcos G. McGrath, c.s.c. para que las Religiosas Esclavas de Cristo Rey asumieran la dirección con el fin de asegurar un uso más amplio y constante de la casa dentro la Pastoral de conjunto de la Diócesis y específicamente en línea de espiritualidad

Las instalaciones están disponibles y adaptadas para todos los movimientos apostólicos, grupos parroquiales, equipos pastorales a nivel nacional e internacional, donde pueden vivir experiencias de oración, formación, meditación, ofreciéndoles a todos amplia capacidad en materia de alojamiento (38 habitaciones dobles con baño compartido), servicio de comedor, salón grande, zona verde con asientos esparcidos y la Capilla que ofrece un ambiente de recogimiento para la celebración de la Eucaristía y la oración personal.

Dentro de la sencillez evangélica, en toda la casa se respira ambiente de paz y espiritualidad, manteniendo siempre disponibilidad permanente y flexibilidad en la atención a personas que individualmente vienen a Emaús buscando consejo, orientación y días de tranquilidad y oración. La casa está totalmente abierta para recibir a todas las personas que necesitan ayuda y experiencias fundantes en su vida

En el día a día las hermanas buscan promover la casa para que aun en medio de la crisis económica y espiritual dejada por la pandemia, Emaús continúe brindando la oportunidad a todos los grupos para que puedan realizar experiencias de profundización en la Fe influyendo positivamente en sus comunidades y en la protección del medio ambiente dentro de sus posibilidades y organización social. La misión de las hermanas dentro de un abanico de posibilidades para amar y servir es promover los ejercicios de San Ignacio de Loyola para toda persona que desee vivir la espiritualidad en retiros de 3 días hasta el mes completo. Las mismas hermanas los dirigen y todo ello como un aporte más para revitalizar la Fe y el compromiso social de la Iglesia Panameña.