Segundo Encuentro de Familia Legariana de CAMCUBA

Laicos y hermanas ECR, juntos compartiendo camino

Actualidad de la Congregación

Fotografía grupal de las personas que participaron en este segundo Encuentro de Familia Legariana

Cuando hablamos de ‘Familia Legariana’, inmediatamente conectamos con el carisma que se nos ha regalado a través de Don Pedro Legaria, y al cual respondemos desde nuestros contextos y realidades, siempre unidos en el deseo de dar mucha gloria a Dios y salvar almas.  Fue muy bonito ver llegar a los participantes, no solo de diferentes lugares del país, como Armenia, Bogotá, Medellín, Carmen de Bolívar (Cartagena) o la Ceja, sino también recibir a nuestra familia de México. 

Fue así cómo, del 14 al 16 de junio, la Familia Legariana de la delegación CAMCUBA, nos dimos cita en La Cabaña (La Ceja, Antioquia – Colombia) para desarrollar 2 objetivos concretos:

  • Compartir juntos la experiencia de oración, misión y fraternidad legariana.
  • Generar espacios de discernimiento para decidir hacia dónde avanzar como familia legariana.

Compartimos un itinerario que nos llenó el alma de gozo y certezas profundas, también de preguntas, de muchos cuestionamientos de cara a la realidad que cada uno vive en su propio contexto y movimiento: en primer lugar,a través de un espacio de reflexión personal, partimos del reencuentro con la propia vocación y su relación con la historia dentro de la Familia Legariana.  Esto implicó tomar el pulso y redescubrir, una vez más, que la iniciativa siempre es de Dios, quien llama e invita a seguirlo.

Así mismo, las orientaciones de Javier Palop, uno de los facilitadores que en varios momentos nos orientó la reflexión personal y comunitaria, fueron calando muy hondo para profundizar sobre ‘los aspectos que construyen la misión compartida en una Familia carismática’, y de qué manera se constituye ‘un don para el mundo y para la Iglesia’.

Por tanto, comprender que los carismas en la Iglesia son un don del Espíritu para el bien de todos, nos permitió adentrarnos en los orígenes de esta gran familia, a través de la persona entrañable del Padre Fundador, Pedro Legaria Armendáriz, las Primeras Hermanas y el primer movimiento seglar llamado ASE.  Aquella inspiración divina enardeció el corazón, prendió fuego y hoy nos sale desde lo más profundo un sentido gracias a Dios Nuestro Señor y a todos aquellos que hicieron posible este maravilloso encuentro:

¡Gracias, Señor, porque nos sigues llamando y capacitando cada día para ‘Consumirnos y agotarnos’ en esta labor de ganarte almas!

¡Gracias por las mociones que el Espíritu va suscitando en cada uno de nosotros, por la misión compartida que nos ayudas a emprender y porque cada día nos confirmas que esta Obra es toda tuya!

Ayúdanos a REEMPRENDER JUNTOS este camino Legariano que nos une, y adentrarnos en lo más profundo de nuestra vocación como laicos y religiosas ECR, dispuestos a construir Reino.

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