Formación ‘Procesos de reparación de las víctimas de abusos’ con presencia ECR

En Panamá de la mano de la CLAR

Actualidad de la Congregación

Fotografía realizada durante la formación llevada a cabo en Panamá

Los días 11 al 17 de mayo, nuestras hermanas Dora Luz y Katherine de la Delegación CAMCuba participaron del Itinerario de Formación Continua de cuidado y protección con la centralidad en “procesos de reparación de las víctimas de abusos”, ofrecido por la Confederación Latinoamericana de Religiosos y llevado a cabo en Panamá con la participación de 33 personas de 12 países de Latinoamérica. A continuación, ellas nos cuentan un poco acerca de su experiencia:

Teniendo como texto central el relato del encuentro entre Zaqueo y Jesús (Lc 19,1-11), y con el propósito de caminar juntos/as en una apuesta por los procesos de acompañamiento frente a los diferentes tipos de abusos, con miras a fortalecer la prevención y la reparación, vivimos unos días de encuentro, reflexión, oración y formación.

Iniciamos reflexionando sobre los procesos de reparación de las víctimas de abuso, caracterizando los ambientes abusivos y los ambientes seguros; pusimos especial atención en el espacio, el tiempo, las reacciones y los recursos dentro del proceso.

El segundo día profundizamos en el paradigma alternativo, que en los casos de abuso pone el foco en la posibilidad de reparar el daño causado y en donde, además, se busca poner en el centro a las personas involucradas, dando un paso más allá del hecho con el fin de devolver la dignidad a las mismas.

Nuestra tercera jornada estuvo caracterizada por la reparación, haciendo énfasis en la necesidad de transformar lo dañado sin destruir las personas y en la importancia de emprender un camino de conversión.

En medio de todo ello, la experiencia orante y sacramental, la interiorización y el entrar en lo profundo e íntimo del corazón para ver cuándo, dónde y cómo subirse al árbol como Zaqueo y cuándo, dónde y cómo bajarse del mismo en estas dinámicas de cuidado que favorecieron la profundización personal y comunitaria. Nos adentramos no solo como espectadoras, sino dando un paso más para desde nuestros silencios y encuentros con el Señor para poder reconocer nuestros propios conflictos, vínculos inconscientes y demás realidades que pueden hacernos, algunas veces, cómplices de cada una de estas situaciones en las diversas formas de abuso; desde allí, deseamos comprometernos en este caminar hacia la justicia restaurativa como experiencia integral de reparación en donde en el centro, siempre, están las personas.

Llegamos a la cuarta jornada profundizando en el salmo 85, deseando buscar caminos de reconciliación desde el compromiso de trabajar como artesanos de la paz para, finalmente, sentirnos llamados a ser misioneros/as del cuidado, en respuesta a una iglesia en salida que se preocupa por los más vulnerables; misioneros/as que no sólo buscan vivir una vida de fe y servicio, sino que también se comprometen activamente en la construcción de un mundo más justo y fraterno.

Agradecemos profundamente el trabajo de la CLAR en bien de nuestra Iglesia Latinoamericana y del Caribe y de la vida consagrada; también a la Congregación, que se siente llamada a cuidar de los demás y nos brinda espacios de formación y crecimiento. Hoy podemos afirmar que, como ECR, nos sentimos llamadas a ser artesanas del cuidado, mujeres consagradas que buscan propiciar ambientes sanos y seguros, que desean caminar junto a otros y trabajar por un mundo más humano que construye la paz y promueve procesos reparativos desde la espiritualidad del cuidado.

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Hermanas Katherine Velásquez y Dora Luz Jaramillo

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