«Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí verán los suyos la gloria de la Pascua»
Nuestra comunidad está inmersa en una misión continua, y esta Semana Santa dejamos nuestras responsabilidades administrativas y nos dedicamos a la evangelización. Salimos al encuentro de los más pequeños desde el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, realizando diversas actividades con niños, adolescentes, jóvenes, adultos y abuelos, donde los primeros tres días nos dedicamos a profundizar en el significado del triduo pascual y a ahondar en el misterio del AMOR hasta el extremo.
El poder celebrar, juntos como parroquia, ha sido la llama de esperanza que se ha encendido y expandido en medio de la difícil noche que vive el pueblo cubano. Muchos de los fieles que se unieron durante esos días reflejan el rostro de Cristo sufriente y cansado que hoy padece esta realidad; así mismo, en sus ojos se reflejan la sed de Dios y el deseo de darlo a los hermanos.
Dando sentido a toda la Semana Santa, cerramos con la gran Vigilia Pascual, donde fuimos verdaderos testigos del triunfo de la vida sobre la muerte, pues solo los efectos del Resucitado son los que nos llevan a contagiar a otros el gozo de sentirnos salvados.
También desde Colombia nos acompañaron dos voluntarias, Gina y Laura, quienes con alegría y entusiasmo nos ayudaron a preparar los diversos temas y acompañaaron a la comunidad con su entrega y cercanía.
Continuamos la misión en nuestra «Galilea cubana», donde Jesús nos aguarda con el gozo de sentirnos llamados a vivir la Pascua.
