Nos despedimos de Loyola con agradecimiento en el corazón

Decimos adiós a la obra tras muchos felices años. Eskerrik asko!

Actualidad de la Congregación

Fotografía frente al Centro de Espiritualidad de Loyola

El pasado 13 de febrero de 2024 nos despedimos de Loyola; una presencia para nosotras muy significativa por el vínculo con el origen de S. Ignacio, los Ejercicios Espirituales y la Compañía de Jesús. Han sido muchos años de servicio y acompañamiento, donde muchísimas hermanas han pasado entregándose a esta obra de los Ejercicios, tanto desde la Casa de Cristo Rey como en el centro de Espiritualidad. La semilla sembrada ha dado tantos frutos que sólo Dios puede contar y guardar. ¡Que todo sea para su gloria! Y que las hermanas que ahora se retiran puedan continuar su misión con alegría y gratitud, pues la huella que dejan es hermosa y será recordada siempre, como lo expresan estos testimonios:

‘Un recuerdo agradecido. Fue en el año 1982, después de la visita del Papa Juan Pablo II a Loyola, cuando por primera vez tuve contacto con Las Esclavas de Cristo Rey. Era un adolescente, que vivía por primera vez la experiencia de los Ejercicios Espirituales en la Casa de Cristo Rey, ahora conocida como Centro Arrupe y en la que ya se encontraban las hermanas y entre ellas las hermanas Azkune; pero estos últimos años son los que, de una manera más continua, han unido nuestras vidas en esta obra de la Casa de Ejercicios de Loyola que con tanto cariño habéis cuidado. Hemos compartido alegrías, trabajos, preocupaciones, conversaciones y risas; muchas, además.

Ahora que echo la vista atrás, pienso en todos los trabajos que habéis hecho en esta casa y en las anécdotas que hemos compartido; todo ello refleja lo que habéis sembrado. Habéis sido una bendición para Loyola; bendición, sí, porque habéis impregnado cada uno de los espacios y rincones de vida; y siendo esto importante, más importante es haber llenado de amor los corazones de quienes hasta aquí han llegado, con vuestro estar, acoger y acompañar. La disponibilidad, oración, delicadeza y el servicio han sido vuestro modo de hacer, vuestro modo de ser misión, y es ejemplo de por dónde otros tenemos que caminar.

Que allá donde os lleve la voz de Dios sigáis siendo bendición, sigáis dando vida, esa Vida que nunca se apaga. Gracias a toda la Congregación de las Esclavas de Cristo Rey por todo lo que son y hacen. Unidos siempre en el Señor.’

____________

Iñaki

‘Hace muchos años nos abristeis las puertas de la Casa de Espiritualidad. A ella los peregrinos llegábamos buscando a Dios con Paz y sosiego. Con alegría nos dimos cuenta de que nuestro encuentro con Él iba acompañado de una gran acogida, de entrega, de generosidad, de preocupación. Desde el primer momento las Esclavas, vosotras, habéis contribuido a que nos sintiéramos a gusto en casa. Tocasteis nuestra fibra sensible con una gran sonrisa, con ayuda y disposición sin igual. ¡Qué bien vivís el carisma «En todo Amar y Servir»!

Amor y servicio que se hace escucha. Regalar silencio, orar y orar, es vuestra forma de estar. Siempre pendientes de todo. Disponibilidad discreta en todo momento y lugar. Acompañar en los momentos difíciles. Disfrutar cuando los peregrinos con su mochila o maleta, llena o para llenar de Dios, se acercaban o se despedían. Siempre presentes y pendientes de todo. Queridas hermanas, sabéis que las religiosas de Mary Ward siempre os hemos querido y os queremos, así como también nos hemos sentido muy queridas. Nunca olvidaremos tanto bien que nos habéis hecho, todo lo que nos habéis ayudado. Os echaremos mucho de menos. Dejáis una huella imborrable.

Que el Señor os siga bendiciendo y acompañando. En Jesús seguiremos siempre unidas. Con pena, pero también con la alegría de un trabajo bien hecho, solo nos queda deciros de corazón: ¡GRACIAS! ESKERRIK ASKO!’

____________

Religiosas de Mary Ward

Compartir noticia