‘Sembrar en Navidad’ fue la frase que nos guió en este tiempo de Adviento-Navidad, teniendo el deseo de sembrar cosas buenas para que nazcan en el corazón de cada hombre y mujer del mundo entero. Como parroquia deseamos sembrar en este tiempo tan hermoso donde “la palabra se hace carne y habita entre nosotros”; queremos sembrar interioridad y un verdadero sentido de la Navidad, como acontecimiento único y perfecto de la divinidad que se hace humano y frágil en medio de unos padres muy humanos y elegidos para custodiar al niño Dios.
Fue dispuesto también este tiempo litúrgico para hacer retiros con los fieles. En este año, iniciamos con una adaptación de los Ejercicios en la vida Corriente para Adviento que acompañamos cada semana, el cual dio muchos frutos. Se disfrutó la metodología y cada una de las enseñanzas de la espiritualidad Ignaciana, así como el crecimiento de la vida interior de oración y de encuentro con el Dios vivo.
Procurando dar a conocer la espiritualidad a través de los Ejercicios Espirituales y sus diferentes modalidades, se realizó por primera vez retiro de 3 días en la Casa de Retiro Loyola Manresa de la Compañía de Jesús, acompañados por la Hna. Diana Venegas y La Hna. Argelia Quero, quien vive en Panamá, y que estaba de visita en esta comunidad; se asintió hermosamente con este contexto y con toda las personas, las cuales quedaron gratamente agradecidos con Dios y con la congregación por esta visita a Tamayo.
En el templo se decoró con luces, el pesebre y un hermoso ambiente de alegría, en el que se inició la novena con un pequeño encuentro llamado ‘Canta tu Navidad’ donde, como sectores, querían compartir de manera diferente los dones y talentos de las personas que están comprometidos con la iglesia: se cantaron y bailaron villancicos, aguinaldos…y con Karaoke, haciendo este ambiente agradable al inicio de la novena.
Estos días de la novena de navidad lo dedicamos a prepararnos interiormente para recibir al niño Jesús. Fue para toda la gente de Tamayo una dicha. El adviento se inició con el rezo de Laudes, todos los días de la novena, en el templo parroquial; las personas asistieron fervorosamente y se dispusieron para alabar a Dios en estos días próximos al encuentro con el niño de Belén.
La Solemne Eucaristía de la Natividad fue preparada por la pastoral infantil y juvenil, participando con las distribuciones que se les había solicitado. Lo hicieron muy bien: representaron a San José y a la virgen María entronizando al niño en el lugar dispuesto para adorarlo, justo antes de iniciar con el alegre y esperado canto del Gloria, que bien sabemos engalana apoteósicamente esta celebración tan hermosa.
Finalmente, el día de la Epifanía del Señor lo celebramos con los niños de la catequesis, que prepararon la eucaristía con ayuda de las catequistas y las hermanas, protagonizando en esta eucaristía la inocencia de los niños y el deseo de conocer, adorar y amar al niño Dios que nace en medio de esta humanidad tan herida. El domingo celebramos como comunidad parroquial el Bautismo del Señor, agradeciendo a Dios este hermoso tiempo de alegría, dando inicio al tiempo ordinario con mucho ánimo para seguir trabajando por el Reino de Dios y procurando siempre en todo amar y servir.
