Los jóvenes de Badajoz, testimonio vivo del amor de Dios

La Pastoral ECR, muy activa en Extremadura

Actualidad de la Congregación

Fotografía de jóvenes extremeños en nuestra casa de Gévora

Hermana Mar Camargo, ECR.

El pasado diciembre tuvimos la posibilidad, desde la Casa de Gévora, de participar en algunas actividades con jóvenes. A la casa de Ejercicios vinieron jóvenes de 2º de Bachillerato para realizar sus Ejercicios Espirituales en dos tandas; junto con Antonio Cruz S.J, Juanjo Aguado S.J y Elena, profesora, pude acompañar la experiencia de estos chicos y ser testigo de sus deseos, preocupaciones y de la obra que Dios iba haciendo en ellos. Fue una experiencia preciosa, emocionante y de acción de gracias a Dios y a la Compañía de Jesús, que hizo posible este encuentro y nos permitió poder participar activamente.

Os dejamos algunos de los testimonios de los jóvenes:

· “La casa de oración Nuestra Señora de Guadalupe nos ha ofrecido una experiencia extraordinaria en cuanto a oración y comunidad. La amabilidad, trato e implicación de la hermana Mar, ha creado un ambiente muy cómodo de convivencia y un ritmo de oración muy agradable. Las instalaciones tienen muy buenos cuidados y los espacios comunes resultan muy útiles a la hora de crear unión. Agradecemos la acogida de las hermanas año tras año, y nos sentimos muy afortunados de haber podido aprovechar nuestro último año allí”.

· “Siempre había tenido la idea de que sería difícil hablar de un encuentro con Dios, cuando se produce a través de los sentimientos en lugar de por la realidad material. A pesar de esto, algo en mí cambió, cuando caí en la cuenta de que la unión con él se halla dentro, en aquello que no podrías mostrar o dar a ver de manera física, pero sí por medio de un modo de vivir. Considero que este modo de vivir está marcado por el camino hacia el que Dios nos guía. Desde que tengo uso de razón, mi unión con Dios ha estado marcada por ser muy ambigua, sin embargo, todo esto cambió cuando logré ver de qué forma podría tratar de sentirme cercana a él. A pesar de esta intermitencia en cuanto a sentimientos, siempre he sentido ese empujón a participar en todas las actividades de pastoral, todos los voluntariados ofrecidos, a pensar en Dios cuando un detalle ha conseguido hacerme sentir afortunada, a pararme a rezar cuando paso por una iglesia… Eso es Dios para mí, aquello que te acerca a sentirte lleno, realizado, acompañado.

Los retiros me ayudaron mucho a tener una pausa y un momento de reflexión en el que aclarar todas aquellas dudas que muchas veces pasamos por alto. Además, los ejercicios espirituales me ayudaron bastante a entender el porqué de muchas cuestiones que robaban una parte importante de mi tranquilidad, y únicamente me generaban incomprensión y vacío. También, el acompañamiento me ayudó a cambiar mi visión sobre las dificultades de la vida, entendí que todo aquello que hoy vemos como piedras en el camino, son aprendizajes, o herramientas que Dios nos ha mandado para darnos algún tipo de aprendizaje o lección”.

· “En un pequeño pueblo pacense he tenido ocasión de escuchar a Dios. Junto al pequeño grupo que me acompañaba aprendí a cultivar mi relación con Dios, apartar las demás voces y dejar solo la suya. Nunca he tenido tan claro, aunque sé que la duda volverá, el fin al que me llama Dios, ya nunca lo confundiré con el medio, dado que Dios nos da el fin y somos nosotros quienes elegimos la forma para lograrlo. Y también fuimos más allá, Mar, Esclava de Cristo Rey, nos transmitió desde su cercanía y juventud, una minúscula pregunta: ¿Me la juego por Jesús?, cinco palabras que no tienen nada de pequeñas en realidad. Ya sé decidir, ya sé cuánto entregar, ya se escrutinar el camino de Jesús en mí”.

Otra de las actividades en las que pudimos participar fue la JDJ de la Diócesis; en este caso pudimos estar presentes la juniora Cecilia Salas y Mar.

La JDJ es la Jornada Diocesana de Juventud que en este caso fue en el pueblo de Azuaga, en la frontera con Córdoba, con el lema: “Rema mar adentro”. Allí pudimos estar presentes junto con unos 2000 jóvenes de varias zonas. Desayunamos todos juntos y después continuamos con la oración inicial que fue guiando D. Celso Morga, obispo de la Diócesis, que ayudó a disponer el corazón para el encuentro. Tras esta oración a cada uno de los jóvenes, se les asignó un taller diferente. Nosotras pudimos dar a conocer la Congregación a través de un video y después con un taller de discernimiento a unos 100 jóvenes que se acercaron a participar en nuestro taller.

Después nos dirigimos ya todos juntos a celebrar la Eucaristía, presidida por el obispo coadjutor D. José Rodríguez Carballo, que invitó a los jóvenes a preguntarse por su vocación y a los pastoralistas a ser más atrevidos en proponer la elección.

Tras la Eucaristía pudimos compartir la comida y después participar en un festival con música y baile, donde se pudo entregar la Cruz y el icono de la Virgen al pueblo de Villafranca de los Barros, que acogerá a los jóvenes el año siguiente.

Fue un día intenso pero bonito para poder compartir el carisma no solo con los jóvenes, sino también con otros religiosos y realidades pastorales de la Diócesis.

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