Del 17 al 19 de noviembre se llevó a cabo, en la ciudad de Bogotá, el primer encuentro de FAMILIA LEGARIANA en la Delegación CAMCUBA. Participaron hermanas y laicos de Antioquia, Armenia, Medellín y Bogotá, así como la delegación de México que también se hizo presente. En total participaron 57 personas, además de las que estuvieron de manera virtual.
A continuación, algunos testimonios:
‘Un fin de semana lleno de regalos maravillosos para mi alma, y especialmente para mi vida espiritual, en el cual reafirmé que Dios es mi principio y fundamento, que sin fuego en el corazón no puedo quemar a otros, y que de qué me sirve ganar el mundo si pierdo mi alma. Nuestro padre fundador nos invita a ser una extensión de su hermosa comunidad ECR bajo su carisma de ganar almas para Dios.’
Yeni Paola Arenas (Antioquia)
‘Para mí, como miembro del grupo de Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana, es muy especial y grato poder dar mi testimonio del encuentro que se llevó a cabo de la Familia Legariana. Puedo decir que fue gratificante ver, desde el inicio hasta el final del encuentro, una gran alegría de todos los participantes, al igual que se observó por parte de las hermanas Esclavas de Cristo Rey; una gran organización y manejo del evento, tanto en los temas tratados como en los diversos talleres propuestos. De lo vivido en ese encuentro, lo que más me movió y me sigue inquietando es lo que nos enseña Don Pedro Legaria como camino a la santidad, que no es otra cosa que “salvar almas”, sin esperar que ellas vengan a nosotros, sino que debemos ir a buscarlas. Pienso que con preparación por parte de las hermanas, con entusiasmo y con muchas ganas de hacerlo, serían muchas las almas las que podemos salvar; es por eso que, desde que recibí la cruz que me fue puesta en la santa misa, y desde la consagración de nosotras como parte de la Familia Legariana, siento la necesidad de trabajar por los demás con un mayor compromiso, en la construcción del reino de Dios. Por mi parte, me siento muy agradecida por la invitación que nos hizo la hermana Mónica a nuestro grupo de Ejercicios Espirituales, y a Dios por habernos llamado a ese despertar a la vida diferente, a hacer parte de esta gran familia, guiados por su fundador Don Pedro Legaria.’
Clara Lucía Cubides Cortés. Miembro del grupo de Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana (Bogotá)
‘Solo cuando nos permitimos dar un paso más allá para conocer nuestra verdadera espiritualidad, y las enseñanzas de nuestro Padre Pedro Legaria, podemos encontrarnos en comunidad para conocer más en profundidad la manera en la que, cada uno de los grupos que hacen parte de nuestra familia Legariana, experimenta el amor y el servicio a nuestro Señor desde nuestra frágil humanidad. El encuentro de nuestra Familia Legariana me ha dejado el corazón encendido en fuego; un fuego que anhela conocerlo más, que quiere seguirle, que quiere aprender y que quiere llegar a servirle con amor. Estoy convencida de que, cuando se viven los Ejercicios en la Vida Cotidiana, que son la base de nuestra comunidad de Esclavas de Cristo Rey, nunca volveremos a ser las mismas personas.’
María Clara Paéz. Miembro del grupo de Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana (Bogotá)
‘Hola, me llamo Ángela Cortés. Este año inicié el proceso de los Ejercicios Espirituales en la vida corriente y, gracias a la Hermana Mónica, recibí la invitación para participar en el encuentro legariano. Al principio estaba un poco inquieta, pensando si encajaba o no, y la verdad…¡me encantó! Aprendí mucho sobre nuestro Padre Fundador Pedro Legaria, y lo que más me llegó al corazón fue cómo todos podemos llegar a la santidad, pues todos los días son una oportunidad para alcanzarla. Hoy tengo muy presente que debo aprovechar cualquier minuto de mi vida para glorificar al Señor.’
Ángela Cortés. Miembro del grupo de Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana (Bogotá)
