ECR de América y España viven la experiencia LIDE

Conoce este programa formativo a través de testimonios

Actualidad de la Congregación

Hermanas en Madrid (España) durante la experiencia LIDE

Después de la experiencia en el programa LIDE de varias hermanas, tanto de España como de las dos delegaciones, en estos meses hemos podido compartir esta formación con las hermanas. Estos son algunos de sus testimonios:

Testiomonio de Korelys Soto ECR:

‘El liderazgo de discernimiento en las instituciones eclesiales es una propuesta que se fundamenta en el liderazgo de Jesús, sus valores y cómo gestionaba sus emociones.

Esta formación la vivimos en tres módulos:

El primero enfocado en la «persona», los valores, las heridas y las emociones. Fue un espacio que me ayudó al trabajo personal, el poder conectar e identificar, entenderme y crecer en el autoconocimiento. Así mismo, beneficia el camino para aprender a gestionar las emociones. Resalto la herramienta de este primer módulo, el examen, que nos ayuda a ser consientes de lo vivido, sentimientos, emociones y de cómo Dios ha estado presente durante el día.

El segundo módulo está orientado a la «comunidad», que busca el trabajo en equipo, la convivencia, los círculos de escucha, dando la participación a todos. Es primordial el respeto, la escucha atenta y el diálogo, el discernimiento comunitario, para juntas buscar lo que más conduce a Dios. Por otro lado, aprender que el conflicto no es negativo, ni positivo, pero si reconocer que se puede transformar. La herramienta de este módulo es la conversación espiritual, ese poder compartir  lo que resuena a nivel personal y también el eco de lo que nos resuena en la escucha de los otros.

Y el tercer módulo que tiene que ver con la «organización». La herramienta es la planificación estratégica discernida, desde un liderazgo que busca el bien del otro; se tiene presente el cuidado de la persona, detenerse en mirar y analizar la realidad, para salir al cuidado del otro, ¿qué necesita la persona? Esta nos lleva a salir de nosotros mismos, preguntar, incluir al otro, respetando también su libertad, ya que en la falta de discernimiento participativo la persona no es cuidada. Allí también fue un espacio para reconocer cómo es nuestro liderazgo o nuestras funciones; en unos momentos nos movemos por la gestión, en otros desde el liderazgo, y estamos invitados a la comunicación, para poder mediar entre ambas, es decir, ser estratega.

Este tercer módulo se pudo llevar a la práctica, ya que con la participación de varias hermanas, y siguiendo unos pasos, partiendo del análisis de la realidad, lo que podemos ofrecer, y escuchando lo que Dios iba suscitando en el corazón de cada una, con un momento de oración, se llegó a elaborar la planificación de la pastoral de España, que tiene un propósito y unas estrategias.

Cabe resaltar que toda esta formación de LIDE me ayuda a fortalecer e identificar valores y heridas de mi vida. A nivel congregacional, ayuda poder entender, comprender,  reconciliar, y agradecer. Todo lo vivido suscitó un movimiento de  sentimientos que iba experimentando en cada actividad.

Al mismo tiempo, ha sido una experiencia de compartir entre hermanas, aprender, analizar, reflexionar, sentirme en comunión, Iglesia, y formar una pastoral en red tanto a nivel comunitario como congregacional, con la ilusión y el deseo de ir caminando para lograr un trabajo en red con otras entidades que forman parte de la Iglesia y, juntos, continuar el anuncio del Reino.

Al mismo tiempo, me anima a seguir creciendo y continuar con la entrega desde lo que soy para responder a las invitaciones del Señor. Me gustó toda la formación para vivir desde el autoliderazgo y me siento agradecida, pidiendo al Señor su gracia para poder llevarlo a la práctica en la cotidianidad de la vida; que sea Jesús el centro y modelo de liderazgo, para así mejor seguirle y servirle.’

En la delegación CAMCuba:

En nuestra Delegación hemos tenido la oportunidad de tener la experiencia LIDE con muchas de las hermanas y dos laicas comprometidas en nuestras obras y apostolados. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y se ha realizado en dos modalidades con tres grupos de hermanas.

· Virtual: hermanas de México, Argentina y Cuba

· Presencial con profesas adultas

· Presencial con profesas jóvenes y junioras

Testiomonio de Sandra Jaramillo ECR:

»Reconocerme y reconocer lo que hay en el interior” – Esto, en pocas palabras, ha significado para mí el primer encuentro LIDE: abrir una nueva puerta que posibilita la aceptación de mis luces y sombras, ahondar en las raíces de mi historia, las mociones detrás de mis actos. Un espacio para entenderme, comprender mi entorno y hacernos conscientes de que si estamos centradas en la fuente de la Vida podemos vivir coherentemente.

Me siento contenta de poder vivir esta experiencia, y me siento invitada a seguir caminando por esta aventura del discernimiento y el conocimiento personal para lograr ser una persona auténtica, siendo consciente de lo que soy y lo que tengo.’

Testiomonio de Zoraida Gamboa ECR:

‘El primer módulo de la formación LIDE me aportó un mayor conocimiento personal, lo cual me dio luces y herramientas para manejar más sanamente mis emociones, sentimientos y pensamientos en procesos de discernimiento cotidiano. Constaté la presencia y el lenguaje de Dios en mi historia personal. Pude ver con más claridad la raíz de conflictos y sufrimientos vividos, producidos por heridas aún activas en mi personalidad.

El segundo módulo me amplió el espectro visual individual para verme dentro de un dinamismo comunitario del que soy parte importante. Aclaré cuando hay un reto adaptativo y cómo atenderlo; me queda la convicción de que todos los conflictos los puedo transformar en oportunidades para el crecimiento personal y comunitario al ser lenguaje de Dios pidiéndome o pidiéndonos algo, dándonos luces y encaminando nuestro quehacer diario. Muchas gracias hermanas por tanto bien compartido.’

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