Vigilia junto al Papa: representantes ECR en el encuentro ‘Together’

En Roma gracias a la Conferencia Episcopal Española

Actualidad de la Congregación

Fotografía de la hermana Cecilia junto a Óscar y Ana, tras finalizar la vigilia ecuménica en la Plaza de San Pedro (Ciudad del Vaticano)

Juntos en un momento histórico; no cabe otra cosa que decir: ¡Gracias! y ¡Ven Espíritu! Gracias Señor por darnos la oportunidad de representar a la Iglesia Española desde nuestra Congregación, en compañía de tantos jóvenes comprometidos con la vida parroquial y pastoral de las congregaciones presentes en España.

Gracias a la Conferencia Episcopal Española pudimos asistir 204 jóvenes españoles, pertenecientes a diferentes movimientos eclesiales, pero unidos con un mismo fin. El encuentro Together fue una apuesta por el ecumenismo donde, unidos en Cristo, pudimos responder al mundo que sí es posible vivir en comunión y fraternidad. Vivir esta experiencia nos hizo testigos de ello.

El sábado 30 de septiembre fuimos caminando en peregrinación desde la Basílica de San Juan de Letrán, Cátedra del Obispo de Roma, hasta la Basílica de  San Pedro; allí nos unimos en oración junto al Papa y los representantes de las diferentes iglesias cristianas, pidiendo al Espíritu Santo que iluminara a la Iglesia Católica en este camino sinodal.

Fue hermoso tener presente en la Plaza de San Pedro el Cristo de San Damián, el mismo que habló a San Francisco de Asís diciéndole «¡Francisco, vete y repara mi casa…!» El Sínodo de la Sinodalidad comienza este 4 de octubre, día de San Francisco de Asís; en él recibimos este mismo llamado a reconstruir y a ser Iglesia, llamados a vivir en participación, comunión y misión.

El viernes previo al encuentro, caminando por las calles de Roma, entramos en la Iglesia del Gesù. Se trata de la primera iglesia de los jesuitas, en la cual yacen los restos de San Ignacio de Loyola (fotografía superior) y el brazo de San Francisco Javier, dos grandes Santos que inspiran a nuestra Congregación. Estando allí me venía a la mente Don Pedro, diciendo “mi Santo Padre Ignacio” y “almas Señor, almas…”.

Delante de ellos, constantemente, me salían dos peticiones: a San Francisco Javier le pedía que no nos cansemos de anunciar a Cristo y que encienda en nuestro corazón ese celo apostólico que ardía en su pecho; a San Ignacio…tantas cosas les quisiera compartir…pero no hay palabras. Solo una petición constante de ser recibidos bajo la bandera de Cristo y pedir ese “conocimiento interno de Jesús para más amarle y seguirle”. Que el ejemplo de estos Santos nos motive a seguir dando la vida por Cristo en cada una de nuestras realidades, y en especial a cada una de las Esclavas de Cristo Rey que hacen vida en cada país donde nos encontramos.

Oremos juntos diciendo ‘¡Ven Espíritu!’ para que sepamos escuchar su voz, presente en cada uno de los miembros que construyen y edifican su Iglesia.

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