Primer aniversario de nuestra fundación en República Dominicana

Un año de sencillez y gratuidad en la Misión de Tamayo

Actualidad de la Congregación

Fotografía de una de las hermanas junto a un grupo de niños

Hace ya más de un año que la Congregación, viendo los signos de los tiempos y confiando en la gracia de Dios infundida por el Espíritu Santo, apuesta por una misión nueva en República Dominicana, teniendo muchos deseos de abrirnos y salir a las periferias para llegar a muchos lugares donde la esencia del evangelio y la presencia de Dios necesitan ser conocidas y experimentadas por más hombres y mujeres como fuente de fe.

Un inmenso sentimiento de gratitud brota de nuestro corazón al contemplar cómo la gracia va haciéndose vida en esta nueva misión con rostros concretos, con necesidades actuales y con la ilusión de amar y servir en todo momento por la Gloria de Dios y salvación de las almas.

Ha sido un año lleno de muchas bendiciones y alegrías, nuevos retos a nivel integral sobre cómo vivir la misión que Dios coloca en nuestra historia como Congregación; se gesta sutilmente una constante sencillez que pide que no nos olvidemos que el mayor ejemplo de amor a la misión está en vivir el evangelio constantemente desde la oración personal cultivada y desde una entrega espontánea, servicial y generosa de vivir con la gente. Un tiempo donde las personas desde lo que son y creen enseñan también cómo se acoge desde un corazón sencillo y desinteresado, un corazón abierto a la gracia de Dios y abierto a nuevas personas que acompañen sus vidas de fe.

La sencillez que muestra Jesús en el evangelio lo muestra a través de sus palabras, testimonios y milagros, mostrándose siempre un Dios humano y cercano a los más necesitados y haciendo comunidad con los compañeros que eligió para iniciar y continuar la misión; así mismo el Espíritu Santo nos elige y capacita para seguir respondiendo con ímpetu, entrega apasionada y compasiva a esta llamada de hacernos presente con sencillez en esta porción de la Iglesia que se nos muestra como camino.

Nuevos pasos y vivos impulsos del Espíritu Santo se van haciendo vida en nuestra congregación al acoger con generosidad, confianza y empeño esta nueva fundación en la ciudad de Tamayo en República Dominicana y confiando en la gracia de Dios que no deja de asistirnos podemos decir como el salmista: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.

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