Con gran alegría y agradecimiento a Dios, celebramos el primer aniversario de la nueva fundación de la Congregación en el departamento de Bolívar – Colombia, a la que dimos el nombre de: “Misión Pedro Legaria”. Hoy como ayer, el deseo vehemente de dar GLORIA A DIOS y SALVAR ALMAS, es el legado espiritual de nuestro Fundador: “Almas Señor almas, cada alma es un grito de la sangre de Cristo que me dice, sálvala”
Durante este año de trabajo apostólico, el Reino sigue creciendo como “El granito de mostaza” a través de la Pastoral Educativa, Social y Parroquial. Experimentamos que la vida en manos de Jesús se multiplica y acontece el milagro de la sencillez en cada historia compartida. En cada uno de esos rostros y situaciones concretas, percibimos el paso del Espíritu para estar más atentas al latido del corazón de Dios en el corazón del mundo. Ciertamente nuestro corazón se ensancha, se alegra, se expande y abraza a ritmo de Evangelio, la cotidianidad de cada día con sus luces y sombras.
Damos gracias a Dios por nuestra historia congregacional y por todas aquellas personas que la han hecho posible, marcando una huella significativa en todos estos años de fidelidad de Dios para con nosotras, las Esclavas de Cristo Rey. Desde esta tierra de los Montes de María, Ella, la Señora, la Madre, la Amiga, la Confidente, siga acompañando tantas posibilidades de dar vida y vida en abundancia.
